Siempre he leído aquello de que «la vida sin música no tendría sentido» y que gran verdad es. ¿Os imagináis una película sin banda sonora? No tendría el mismo efecto, o que me decís de un cumpleaños, boda, bautizo o celebración sin un ápice de música… ¿¿no sería lo mismo verdad??
La verdad que no, que la vida sin música sería aburrida y gris y todo se haría mucho más difícil.
Desde mi punto de vista como monitora de educación especial he podido comprobar y ver por mis propios ojos los beneficios que supone la música a nuestros oidos, tanto para niños que posean capacidades diferentes (vulgarmente llamado discapacitados) como para los que nos decimos tener todas las capacidades (nos hacemos llamar normales).
Bien, en mis experiencias e podido comprobar como una persona con capacidades normales que no hablaba nada pudo llegar a aprenderse el alfabeto entero de la A a las Z, y cantarlo conmigo sin haber hablado nunca en su vida (esta persona en concreto tenía 35 años) ahí es cuando la gente de su alrededor se dio cuenta de que con música su cerebro se activaba y ella empezaba a soltar palabras (aunque con dificultad). Esa fue mi primera experiencia que recordaré para toda la vida, pero no me estanqué ahí, quise saber más y más. Leía y releía artículos y todo lo que veía relacionado con la música y el cerebro, incluso lo sigo haciendo y asistiendo a cursos para seguir aprendiendo. Cuando me vino en mi vida trabajar con otra niña esta vez tenía tan solo 1 añito y medio, decidí interactuar con ella con la música, su familia ya lo había probado con anterioridad y me dijeron que le encantaba la música sobre todo la percusión. Una vez me dijeron esto y que tenía problemas para comer con la cuchara (aparte el biberón… jajaja) pues comencé a darle de comer con música y la verdad que la niña me dejo pasmada, en cuanto oía la música ella abría la boca, paraba la canción y cerraba a presión la mandíbula y no había manera de abrirla. Después de mucho entrenamiento la niña fue dejando la música de lado y abriendo la boca sin más.
Con todo esto os quiero decir que la música es un elemento esencial en el desarrollo del aprendizaje de los niños y no tan niños, y que la música no solo ayuda a se relajen (que también), si no que también ayuda a desarrollar la memoria, la coordinación y la psicomotricidad.
Os invito a que le pongáis música a vuestros hijos, mayores, no tan mayores, en conclusión a todos porque esto hace que sus sistemas sensoriales mejoren y lleguen a tener una conexiones neuronales en el cerebro.
Las personas que participan en actividades con música son aquellas que demuestran mayores conexiones debido a que la música provoca; aumento en la capacidad de atención, memoria y concentración, mejora la capacidad resolutiva, ayuda a la expresión, se estimula el sentido del equilibrio y desarrollo muscular, es estimulante en creatividad y la imaginación, etc
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