Amit Patel, es un chico de 37 años invidente (ciego) que reside en Londres, ha tenido una muy mala experiencia en el metro de Londres.
La historia es que Amit en un día de lluvia torrencial iba como siempre con su perra guía Kika, la cual le proporciona seguridad. El caso es que entró al metro y cuando entró al vagón se dirigió a la parte trasera del mismo donde hay asientos reservados para personas con discapacidad. Preguntó en voz alta si había algún sitio libre y nadie le respondió ni se levantó para cederle el asiento. Esto le hizo sentir verdaderamente triste y lo twitteó con el siguiente texto:
«Caminamos hasta el final de la plataforma bajo la lluvia torrencial para poder abordar la sección designada para discapacitados en el tren @Se_Railway e incluso cuando le dí a Kika el comando «buscar un asiento», ¡ningún pasajero abandonó su asiento! Guide @ GuidedogsLondon @guidedogs @transportforall»
La verdad se dicha, la actitud de la gente en el metro no es la mas correcto y esto que le ha pasado a Amit en el metro de Londres también pasa muy a menudo aquí en España, y es que siempre llego a la misma conclusión. La sociedad no está concienciada ni educada con las personas que poseen capacidades extraordinarias. Empecemos con el cambio ya, porque la sociedad se está yendo a la mierda con la poca humanidad que nos queda.
Este chico cuenta que tuvo que estar de pie sujetando a Kika y a el mismo para evitar que ambos resbalaran. Y me pregunto yo…¿tan idiotas somos en la sociedad que no nos damos cuenta de las fatigas que pasa ya una persona invidente para que también tenga que ir de pie sujetándose a sí mismo y a su perra guía? No es un capricho ir con su perra, para el es una necesidad!!! A ver si la sociedad se entera y empieza a actuar porque cada día me da mas asco esta sociedad que se hace llamar civilizada…
«Tuve que pararme con la espalda contra las puertas mientras trataba de no resbalar y me estaba deslizando por todo el lugar porque el piso estaba mojado. ¡Tengan gente de humanidad!»
Tan solo tenéis que ver la cara de tristeza de la perrita Kika que refleja la fiel realidad que viven ella y su papi a diario, esto no es justo. Es una verdadera mierda. Desde aquí os digo que aquí, la autora de este blog para nada es como el resto de personas que no ceden asientos ni prestan su ayuda a quien lo necesite, por suerte mis padre me educaron en la igualdad y respeto. Tened por seguro que persona que se cruce conmigo y necesite ayuda la obtendrá.
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