Hay momentos en que la vida te golpea bastante fuerte, tan fuerte que es como una bofetada que te hace regresar a la realidad y ver que la vida puede ser asquerosamente dura y a la vez maravillosamente preciosa. Cuando hace unos meses perdí una persona muy importante para mi, sentí un dolor horrible, un dolor que no había sentido antes. No me malinterpretéis, por desgracia he perdido a bastantes seres queridos en mi vida, pero este año, realmente se me está haciendo bastante duro, he perdido dos seres importantes, pero uno de ellos… ha sido una perdida muy notoria para mi.

Esa persona eres tu campeón, se que te he escrito bastantes veces, pero conforme pasan los días me doy más cuenta aun que aprender a vivir sin ti tiene que ser de lo más difícil y que aunque yo no vivía contigo… en cierto modo te sentía conmigo, le hecho de que siguieras con vida a mi ya me bastaba para sentirme conectada a ti.

El día que tu alma decidió abandonar tu cuerpo… mi alma se apagó, mentiría si dijese que he seguido sonriendo igual que antes. Ha sido un golpe muy muy duro, creo que en cada texto escrito puedes deducirlo, y aunque fue un lapso de tiempo relativamente corto, la conexión entre tu y yo, no creo que jamás la olvide, ni tampoco dejaré de sentirla. A día de hoy, me inunda recuerdos, el viaje de fin de curso que me permitieron compartir con todos tus compañeros y contigo… fue sin duda una experiencia de lo más enriquecedora, en la que aprendí mucho.

Viendo tu cara en la playa, pude valorar el roce de cada ola tocando la piel, como el corazón se me aceleraba y ponía a mil por hora cuando veía tu cara de felicidad al sentir las olas en tu cuerpo… como te encantaba que escribiéramos tu nombre en la arena de la playa, y como con un palito te lo puse en la mano y entre los dos, yo abrazada a ti por detrás y tu en mi regazo lo escribimos juntos.

Como te gustaba sentir la arena y a la vez me decías que estaba fría… pero lo que más sonrisa te sacaba sin duda era el hecho de cambiarte el bañador de agua por el seco… no puedo evitar sonreír con nostalgia cuando te decía que te iban a ver la pilila las niñas del hotel y tu más querías exhibirte y más te reías, esa risa contagiosa que hacía que a los demás nos inundara la felicidad en pocos segundos, en milésimas.

Fue un año justo, pero que año campeón… menudo año de aprendizaje, de enseñanzas y ahora añoranzas. Habrá quien dirá que puedo excederme en mis líneas, habrá quien no, pero puedo decir que gracias a ti he aprendido a amar con el corazón a una persona más allá de su condición, más allá de sus limitaciones; me has enseñado a VIVIR, AMAR Y SENTIR LA VIDA.

Infinitamente GRACIAS, infinitamente agradecida. Nos veremos en el camino campeón, no dudes que cuando llegue mi momento, nos encontraremos en el camino y reiremos como nunca, sonreiremos infinitamente, porque tu me has hecho sentir mi alma limpia, pura y llena de luz, me has transmitido tu paz, tu armonía y tu sinceridad en la mirada.

Enséñanos a vivir sin ti, enséñanos que la vida es igual de maravillosa que cuando te conocí, enséñanos a seguir sonriendo igual que cuando te conocí. y sobre todo enséñanos a todos que todo es precioso a pesar de lo negro de la vida.

Siempre te querré campeón