Todos recordamos la curiosa película de «El curioso caso de Benjamin Button» en el que un niño nacía como un anciano y moría siendo un bebé. Pues bien hoy podemos decir que este caso existe realmente y que el niño que lo padece vive en Bangladesh.
Este niño padece una enfermedad rara. Todo el mundo cuando piensa en un bebé y un niño piensa en pureza y pura vida, en el caso de Hossain no es así. El nació completamente envejecido, hasta tal punto que cuando su madre lo vio recién nacido dijo que su hijo parecía un alíen. En la actualidad este niño tiene 4 años pero tiene la apariencia de una persona de 80 años.
A día de hoy los médicos investigan su caso ya que no saben se trata de una enfermedad genética de la infancia que hace que se presente envejecimiento prematuro.
La madre del niño dio a luz a los 14 años y dijo : «Cuando nació, era carne y hueso. Parecía un alíen, y los médicos decían que nunca habían visto algo así. Nos dijeron que no había nada que se pudiera hacer. Eso me rompió el corazón»
Hossain sufre de piel sobrante, dolor de articulaciones, hinchazón de rostro, ojos huecos, una dentadura muy débil y problemas para miccionar. Todas las características de típicas de la edad de un anciano. Fue analizado por muchos curanderos, médicos y enfermeros y todos coinciden en que es muy probable que padezca progeria, es decir que el cuerpo envejece ocho veces más de lo normal. Las personas que padecen de esta enfermedad, según la ciencia, suelen vivir hasta los 13 años de edad, ya que a esas edad el cuerpo no puede soportar más y suelen dejar la vida por un accidente cerebro vascular o ataques cardíacos.
Su madre cuenta a los medios que mentalmente cambien es más avanzado al resto de niños, cuando se habla con el niño se nota que es muy intuitivo y que tiene un comportamiento mas maduro, algo anormal para su edad.
Cuando su madre volvió a la comunidad donde vive la familia, los vecinos estaban muy asustado y criticaban a los padres del niño, por el hecho de que el ser primos creen pueden haber influido en el problema del niño. Con el tiempo los vecinos se han adaptado a la situación y a día de hoy lo llaman «el viejo» de manera cariñosa.
El pequeño no puede ir a la escuela por sus diferentes dolencias pero si que le encanta jugar con la pelota, dibujar y pintar, e incluso llega a romper sus propios juguetes para después montarlos (comportamiento nada normal en un niño de su edad)
La madre del pequeño cuenta que el niño entiende su condición pero que no le gusta hablar de ello (otro comportamiento típico en un adulto y no en un niño de 4 años)
El padre cuenta que su mujer llorar de manera desconsolada a diario, ya que han pasado 4 años y nada cambia para mejorar, pero si para empeorar cosa que desmoraliza aun más si cabe, ya que le van saliendo «los achaques de la edad»
A los problemas del pequeño hay alguna solución pero es a corto plazo, solo para darle una calidad de vida mejor pero no para devolverle la infancia y la juventud a un niño que nunca la tuvo. La solución son diversas operaciones para paliar los dolores pero el problema esta en el costo alto de las mismas por lo que la familia no prevee poder curarle o aliviarle.
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