American Airlines no permitió que una familia de siete miembros pudiese embarcar. Esto fue debido a que uno de los miembros de la familia, el pequeño de tan solo 5 años sufrió una crisis antes de embarcar. El niño con autismo sufrió una crisis justo antes de embarcar por lo que una empleada les prohibió la entrada. En concreto le prohibió la entrada al niño, argumentando que el niño podría molestar al resto de pasajeros.

De los siete miembros de la familia, los dos más jóvenes tienen autismo. Un niño de 2 años y otro de 5. Milo que así es como se llama el protagonista de esta historia, sufrió una crisis antes de embarcar. El resto de pasajeros ante la respuesta de la empleada de negar el acceso al avión al niño se pusieron de parte de la familia. Diciéndoles que no les importaba que el niño fuese en el avión que entendían la situación.

Sin embargo la empleada siguió en sus trece. Les dio la posibilidad de que uno de los progenitores se quedase en tierra con el Milo. Mientras que el resto de la familia continuaba el viaje previsto. Como es lógico la familia regreso al completo a casa, perdiendo así el viaje que tenían previsto. Todo ello porque una empleado no quiso dejar subir a Milo al avión. Un trato totalmente discriminatorio hacia las personas con capacidades especiales.

La empresa y la empleada siguen reafirmándose en que esa era la opción más viable para el resto de la tripulación. De haber dejado subir al niño al avión muy probablemente tendrían que haber regresado al aeropuerto si el niño sufría otra crisis dentro del mismo.

Una triste noticia para empezar este jueves. Me parece increíble que esto siga pasando a día de hoy.