Hola a todos y todas, hoy me gustarñia escribiros acerca de las personas que padecen microcefalia.Yo no soy ninguna neurologa ni experta en la materia, yo os hablaré de mi experiencia de trabajar en concreto con una niña que tiene microcefalia, pero no por ello es menos preciosa.
Esta niña, Patricia, es otra de las niñas que me robó el corazón desde el primer momento en que entré al aula de educación especial. No fue un comienzo fácil, ya que yo para ti Patri, era una persona que jamás habías visto, pero todo fue mejorando poco a poco.
Recuerdo que el día en que entré en ese aula de educación especial, me saludaste y me miraste como diciendo y esta quien es, que no la conozco. Cuando te saludé, me dijiste «Hola» y te diste la vuelta y seguiste con lo tuyo. No le dí importancia sabía que eras una niña encantadora y llena de felicidad. Conforme pasaban los días, tu profesora me ofreció la posibilidad de trabajar codo a codo contigo, no lo dude ni un segundo, enseguida die vamos allá será genial. Al principio no querías trabajar conmigo, te distraias muchisimo pasabas de mi y sé que lo hacias para retrarme jejeje pero cuando me dijo la profesora que lo que más te gustaba era la música ese fue mi momento. Sin pedir permiso a nadie, puse musica de David Bisbal, que te encantaba y me puse a bailar, sin vacilación y pronto llegaste tú. Tus compis de clase me decían, ¡SEÑOOO ESTAS LOCA!!! yo seguí bailando y tu conmigo, y ahí fue la conexión, bailamos un rato largo y despues tu solita me dijiste «Ale!! a trabajar!» y así lo hicimos. Cada día yo aprendia de ti algo nuevo, como lo es la bondad y el amor puro. Cada vez que te he mirado a la cara me has llenado de serenidad y amor puro. No es de extrañar teniendo en cuanta que a pesar de tus rabietas eres una niña dulce, encantadora y llena de felicidad.
Para trabajar mejor contigo y llevar un ritmo bueno, empecé a hablar con tu logopeda y aprendí ejercicios para aprender a comunicarnos mucho mejor. Sé que no eres de muchas frases pero lo esencial lo sabes y eso de momento era más que suficiente. Poco a poco fuimos avanzando mucho, yo me quedé alucinada lo rápido que aprendías y he de confensar que hay días que pensé que lo olvidarías rápido, pero no fue así. Cuando nosotras hablabamos, llegabas a decir hasta frases completas, frases llenas de significado. Esto me llenó los ojos de lágrimas y me viste y no se te ocurrió otra cosa que con toda la serenidad del mundo decirme «No llores Marta, gracias» yo lo entendí como un gracias por ayudarme a comunicarme hay quien no lo interpretó así pero me importó más bien poco. Tu y yo sabemos que tenemos un vinculo especial que nos hizo enterdernos muy bien. Doy las gracias desde aquí a tus padres por darme la oportunidad increible de trabajar contigo, de no frenarme; tambien a tu profesora María, a la que quiero muchisimo y por supuesto te lo agradezco a ti Patricia, por ser tan especial por tener luz propia y enseñarme que la vida es más bonita con una sonrisa en la cara y bailando.
Te quiere, Marta. Una simple monitora de educación especial, enamorada de su profesión.
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