Este post es algo que tenía pendiente desde hace mucho tiempo, el apego. Había leido sobre el estudio que realizó el psiquiatra y psicoanalista infantil John Bowlby, pero no habia entrado de lleno el tema hasta hace más bien poco que soy madre.
Sin andarme por las ramas os comento todo lo que he aprendio leyendo acerca de este señor y lo interesante que me ha parecido, por ello lo comparto con tod@s vosotr@s.
El apego es el vinculo afectivo que el bebé y los progenitores (habitualmente la madre) establecen en los primeros momentos de vida del bebé. La función del cuidador es asegurar el cuidado y correcto desarrollo tanto psicológico como físico.
Hasta aquí todo correcto y normal. Es lo que todos sabemos básicamente, pero ¿Cómo se establece ese apego entre bebé y cuidador@? Pues bien, durante el primer año de vida del bebé es cuando sucede este apego, es donde aparecen las primeras conexiones neuronales tanto afecivas como del miedo a lo desconocido.
El apego es el que se encarga de proporcionar al niño la seguridad necesaria antes situaciones de amenaza para él. Y es por este motivo por el que el doctor mencionado arriba, nos destaca que existen 4 tipos de apego diferentes. Y es que el apego es tan importante que nos influye de por vida en nuestra personalidad y en como seremos de adultos, en nuestra forma de actuar y de ver la vida.
Los 4 tipos de apego
1.El apego seguro
está caracterizado como la incondicionalidad. El niño sabe perfectamente que su cuidador estará siempre ahí, que no va a fallarle pase lo que pase.
Un niño con el apego seguro se siente valorado, aceptado y lo que es más importante de todo, querido. Según el doctor, este tipo de apego tiene mucho que ver en que el cuidador le proporcione en todo momento lo que el niño necesita tanto en sus cuidados como en su seguridad.
El cuidador debe de ser una persona atenta y con preocupación por comunicarse con el recien nacido, sabiendo que un bebé recien nacido no solo necesita alimentarse, dormir y estar limpio. Sino que tambien necesita que se le hable, se comuniquen con él y se les trate como lo que son, personas; y no como muñecos a los que estar cambiandole el pañal, darle el pecho o biberon y cambiarles ropa.
Los niños con apego seguro manifiesta comportamientos activos. Interacúan con su entorno y saben que hay una sintonía especial entre ellos y su cuidador.
Estos niños que crecen con este tipo de apego son personas que no les importa tener relacionaes íntimas con otras personas, y que tampoco les provoca miedo el abandono si la relación no funciona.
Son personas capaces de llevar una vida adulta completamente independientes sin tener que depender de vinculos afectivos para que su vida funcione correctamente.
2. El apego ansioso y ambivalente
La palabra ambivalente significa expresar sentimientos o emociones contrapuestas, lo que hace que se genere una frustación, angustia y ansiedad en la persona que lo padece.
Es por este motivo que los niños que tienen el apego asioso y ambivalente no confia en su cuidador o cuidadores. Son niños que tienen una continua inseguridad en si sus cuidadores estarán para sus necesidades o no.
Podeis llegar a preguntaros como un niños o incluso un bebé recien nacido puede saber si sus cuidadores le falla o no. Pues bien la respuesta es bien sencilla, porque son personas conscientes que sienten y padecen, aunque sea recien nacidos.
Los bebés tienen unas necesidades básicas que debemos cubrir desde que nacen; como ya he mencionado más arriba, no consiste en cambiarles el pañal, ropa y alimentarles.
Si el bebé siente que no satisfacen su necesidad de comunicación, atención e incluso de necesidades básicas, empieza a sentir que su apego esta fallando. Si algo falla desde que nacen sienten que no se siente protegidos por los que deben de ser sus cuidadores.
Las emociones que son más visibles en este tipo de niños que tienen el tipo de apego asioso y ambivalente, son el miedo y la angustia tremenda a las separaciones.
Es decir, lo que normalmente decimos de «este niño tiene mamitis» que lo decimos cuando el niño no puede separarse de su madre ni un solo momento porque le provoca un llanto incontrolado o incluso a veces gritos incontrolados o agresividad y autolesiones.
Es el miedo el que habla, la frutración de no saber si tendrá todo lo que necesita por parte de sus cuidadores porque siente que ya le han fallado con anterioridad.
Este tipo de apego en la adultez provoca que las personas que han padecido esto de niños tenga un temor a que sus parejas no les amen, a sentirse poco deseados. Esto les provoca una gran sumisión con sus parejas. Haciendo lo que sea necesario para mantenerlas a su lado y así no sentirse sol@s.
3. Apego evitativo
Este tipo de apego lo sufren bastantes niños a día de hoy, y es que los niños que sufren este tipo de apego son los que han asumido que no pueden contar con sus cuidadores, lo que les provoca un gran sufrimiento, pero que esconden bien.
Se sabe que los bebés que sufren este tipo de apego evitativo, porque precisamente hacen eso, evitar situaciones. Tienen conductas de distanciamiento. Un ejemplo claro, no llora cuando se le separa de su cuidador, sino que les da igual. Se interesa solo por sus juguetes y evitan tener contacto con sus propios cuidadores, porque saben que no le darán lo que necesita.
Este tipo de apego viene dado porque los cuidadores del bebé no han generado suficiente conducta sobre el bebé, lo que ha hecho que el bebé se busque la vida y genere esa distancia emocional con su propia familia.
La despreocupación de los padres en este sentido es preocupante, porque se suele tener como algo positivo que el niño no heche en falta a sus cuidadores, porque lo ven como un niño muy independiente que ha aprendido justo eso, que sea independiente y que no molesten a sus padres.
Algo que por desgracia es lo que van buscando muchos padres a día de hoy, que sus hijos les molesten cuanto menos mejor, y que se averigüen las habichuelas solos. Cosa que está bien cuando tus hijos son adultos, pero no puedes pretender que tu bebé se busque la vida desde el primer momento de su nacimiento.
Este tipo de apego en la adultez provoca que sea una persona desconfiada y que no sea capaz de mantener relaciones serias y seguras. Desconfianza total en las personas y todo lo que conlleva este tipo de item en las personas.
4. Apego desorganizado
Es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo. Los niños que padecen este tipo apegos tienen comportamientos muy contradictorios y al mismo tiempo inadecuados. Hay quien lo traduce en una carencia total de apego al niño.
Habitualmente esto se da en niños que viven en ambientes donde los cuidadores tienen conductas muy inseguras e inadecuadas e incluso negligentes.
Cuando digo negligentes, no solo me refiero al tema de vivir en el mundo de drogas y alcohol. Sino que tambien hay muchas más conductas negligentes como pueden ser las personas que sufren síndrome de diógenes y aún así traer bebés al mundo. O personas que están metidas en el mundo del juego, o trapicheos ilegales que hacen que el ambiente en casa sea de lo más tóxico para un niño y un recien nacido.
Los menores que padecen este tipo de apego, tienen conductas muy exlosivas. Destruyen juguetes, no prestan atención a nada y se pasan el día pidiendo atención del único modo que saben, gritando y con furia ya que es lo que tienen en su interior.
De adultos, este tipo de personas suelen estar frustradas y enfadadas constantemente. No se siente queridas y sienten la necesidad de estar continuamente en pareja buscando eso que tanto anhelan, el amor y cariño.
¿Se puede cambiar el estilo de apego?
Llegados a este punto, muchos pensareis, ¿esto se puede cambiar? La respuesta es si, si estas preocupado porque has visto el perfil de tu hijo en alguno de los apegos que he descrito más arriba, tan solo tienes que prestar más atención a tu hijo/a. Comunicarte, darle amor y prestar toda tu atención a sus necesidades tanto físicas como emocionales.
Si eres adulto y te sientes que eres uno de los perfiles que he comentado más arriba tan solo tienes que trabajar en ti mismo, en tu confianza y tu seguridad para que el día de mañana seas una persona segura de tí misma y confiada. Si no sabes como hacerlo quizás la mejor opción sería acudir a psicólogo que te ayude con técnicas a mejorar.
Una vez que has leido todo esto, tan solo me queda decir que el hecho de vivir en los tiempos que vivimos no nos hace menos responsable de como son nuestros hijos.
No echemos culpas al tiempo, porque cuando algo se quiere, se puede y cuando se es padre/madre/cuidador la prioridad siempre es el niño, el resto de cosas esta en un segundo plano. La base de todo está en vivir de manera organizada, así tendremos todo el tiempo que necesitamos para cada persona y cada cosa.
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