De nuevo estoy por aquí, intentaré pasarme más a menudo si el tiempo me lo permite. Llevo bastantes días que siento mucha ansiedad, ansiedad de la que te condiciona a la hora de hacer cosas. Me paro a pensar y me digo a mi misma, tienes una familia maravillosa, un techo donde dormir, no te falta un plato de comida y sin embargo no te sientes plenamente feliz.

Me pregunto a mi misma porque soy tan idiota, porque soy tan egoísta y tengo esa ansiedad que no me deja dormir bien, que no para de atizar en mi pecho y me hace sentir con muy poco valor. Hoy me he sentido con fuerzas para escribirlo, porque llevo días que ni ganas de levantarme de la cama tenía, aunque lo termino haciendo (es lo que tiene tener un hijo que depende de ti aún).

Escribo esto, porque creo que como yo habrá más gente que esté pasando por un proceso de ansiedad y no sabe como salir de ahí. Yo no se cual es la fórmula mágica para salir de ahí, lo que si sé es que tener ansiedad es una de las cosas más naturales del mundo, que sentirse mal de vez en cuando está permitido y que no es malo llorar.

Escribo para que tu que lees esto, si sientes que necesitas llorar lo hagas, porque llorar es liberador. Llora limpia el alma, llorar limpia el corazón. Y sí, yo estoy pasando por un momento en el que necesito limpiar mi alma y mi corazón. Necesito sentir paz absoluta en el alma porque llevo tanto tiempo sin mirar por mi alma que hoy ya he decidido que empieza mi camino. Porque para yo poder cuidar de mi familia y ellos de mi, necesitamos tener el alma limpia y sana.

Esta bien llorar, esta bien sentirse triste, permítetelo a ti misma. Disfruta de la soledad porque es tan valiosa como estar rodeada de gente. La soledad te puede enseñar a sentirte a ti misma/o, a disfrutar de ti misma/o que eres lo más valioso que tienes, a ti mismo. Si tu no estas bien, difícilmente podrás cuidar de tu alrededor. Por eso hoy yo voy a cuidar de mi. Hoy mañana y siempre, porque nadie mejor que yo va a poder cuidarme.